Independientemente de lo que puedas pensar, ser emprendedor es la única solución a muchos de tus problemas actuales y un camino seguro hacia tu felicidad. En este artículo te explicaré el porqué de esta afirmación. Antes de entrar en conflicto con tu definición de emprendedor, permíteme brindarte la mía:
Un emprendedor es una persona que se destaca por su capacidad para convertir una idea en una realidad tangible. Con pasión y determinación va forjando su camino hacia el éxito, donde enfrentará una infinidad de dificultades y desafíos que fortalecerán su carácter y habilidades para alcanzar su meta.
Habiendo comprendido esto, podemos decir que cualquier persona puede ser un emprendedor, y no está únicamente vinculado al mundo de los negocios. Por ejemplo, si creaste un grupo de Whatsapp para ayudar a madres primerizas, ese grupo es un emprendimiento. Si estableciste los "martes de vinos y pinturas", invitando a nuevas personas para compartir tus dos pasiones de forma gratuita, tienes un emprendimiento. En términos simples, ideaste algo y lo hiciste realidad. La diferencia con otras actividades que realizas, como cocinar una tarta —que sigue el mismo proceso— es el tiempo. Un emprendimiento no es una tarea de unas pocas horas, requerirá un lapso prolongado (puede ser semanas, meses, incluso años), en el cual habrá numerosos desafíos que te forjarán como persona.
Este aspecto es importante, porque quizás no te consideras un emprendedor porque tienes un empleo, y en realidad, llevas con un emprendimiento entre manos. Y esa es la vida que yo valoro, aprecio y recomendaría a cualquier persona.
Mi Camino Emprendedor: una Mentoría Aprendida en Casa
Desde que era chico, siempre estuve emprendiendo algo. Mi madre fue una de las personas que más estimuló esta práctica a lo largo de mi vida. En mi casa no había necesidad económica de que yo trabajara de adolescente, pero sí era una preocupación de mis padres que yo hiciera algo además de estudiar, para que pudiera desarrollarme en el ámbito laboral. Mis padres tuvieron que trabajar desde su niñez y son testigos de cómo, incluso sin tener estudios secundarios ni universitarios, pudieron salir adelante trabajando duro y emprendiendo por su cuenta un segundo negocio que les diera un ingreso extra, mes a mes.
Sin darse cuenta, estaban criando a un hijo con unas fuertes bases emprendedoras, ya que apreciaba más lo que mis padres hacían en casa (mi padre como electricista y mi madre como cocinera) que lo que hacían en sus trabajos fijos, pues no podía ver lo que hacían. Por ende, mi enfoque fue hacia este tipo de trabajo, aquel que se podía hacer desde casa. Además, veía cómo mis padres se alegraban cuando conseguían una venta grande o un proyecto ambicioso, y de alguna forma quería eso para mi vida.

Por ello, a los 15 años decidí emprender mi primer negocio, una empresa de jardinería. Poco a poco fui cortando el césped de mis vecinos hasta que pude comprar mejor maquinaria y una moto, lo cual me permitió expandirme a barrios más adinerados con clientes que tenían más pasto que cortar. Al poco tiempo, a los 16 años, comencé a trabajar en McDonalds. Y, al igual que mis padres, hice las dos cosas a la vez durante un par de años mientras estudiaba. Sinceramente, fue una etapa muy difícil, sobre todo en McDonalds, ya que tuve un par de superiores "complejos" cuyo trato duro me quitó todas las ganas de seguir una carrera corporativa. Por ende, fue ahí donde, por contraste, nació un fuerte amor hacia el emprendimiento.
Sin embargo, no estoy aquí para narrarte toda mi historia, sino para afirmar que, aunque no soy CEO de una gran compañía ni tengo empleados a mi cargo, me considero un emprendedor en todo sentido. He visto cómo esta mentalidad me ha armado con una fortaleza interna que otros no poseen y ha alejado el victimismo de mi vida. De alguna manera, me va transformando en una persona PPP. Más allá de esto, la vida del emprendedor siempre está llena de sorpresas y resultados increíbles, que pocas veces ocurren en la vida de los que no emprenden. Es como ser padre, es posible que desees o no serlo, pero debes reconocer que hay ciertas cosas que solo suceden en la vida de los padres. Y estos cuentan con una cierta cantidad de momentos increíbles que sin hijos es imposible recrear.
Y lo mismo sucede con un emprendimiento, hay alegrías que ningún trabajo o lotería te va a dar. Existe un sentido de realización personal que no se compra con ningún billete, únicamente los años de travesía que te llevaron a convertir una idea intangible en una realidad tangible, son los que te darán ese poder. Es una sensación tan fuerte que se podría llamar un motor de vida, algo que te hace levantarte con fuerzas de la cama, que te hace tratar de desarrollar todo tu potencial, que te alienta a mejorar tus habilidades y a ser mejor persona. Pero sobre todo, es una búsqueda constante de independencia lo que resulta en libertad.
Pasos Claves para Iniciar con Éxito Tu Propio Emprendimiento
Si aún no has emprendido y quieres comprobar por ti mismo las cosas que digo, te recomiendo que emprendas algo ahora mismo. Sin embargo para hacerlo de buena forma y aguantar el camino, te recomiendo que sigas estos pasos:
- Elige la idea que más vaya con tu ritmo de vida actual y con lo mejor que haces. Si eres como yo, debes tener mil ideas en la cabeza. Todas parecen geniales y todas prometen dar rentabilidades asombrosas o van a ayudar a muchas personas. Sin embargo, mi recomendación es que de todas ellas, únicamente elijas la que más se asemeje a tu ritmo/estilo de vida y que vaya en sincronía con la tarea que mejor sabes hacer. Si lo tuyo es cocinar y actualmente te vinculas mayormente con personas de clase alta, elige la idea que mejor funcione dentro de estas dos características. Luego podrás ampliar tus horizontes, pero empieza por donde te encuentras. Muchas veces, los emprendedores tratan de empezar con un producto o servicio que ellos nunca comprarían y se los quieren ofrecer a un sector social con el que nunca interactuaron, convirtiéndose esto en un conflicto.
- Define si quieres un emprendimiento social o de negocio. O bien tienes una fundación sin fines de lucro o tienes una empresa al estilo Coca Cola, pero ir a medias tintas no es una opción viable, por lo menos al principio. El principal problema al ingresar al mundo del emprendedorismo es no tener bien definido si queremos hacer dinero o si buscamos ayudar. Hoy en día, el nuevo emprendedor se enfrenta a una gran presión por parte de los entrenadores de negocios o de desarrollo personal para compartir información gratuita y luego, cuando el interés del espectador aumenta, presentarle la factura. Aunque esta estrategia funciona, a menudo crea confusión en los emprendedores nuevos. Por ende, es crucial que decidas inicialmente cuál de las dos rutas seguir y te mantengas allí por un tiempo considerable. Con el tiempo se te ocurrirán buenas ideas para "ayudar y vender" al mismo tiempo.
- Definir el tiempo que invertirás en este emprendimiento. Por ejemplo, luego de unos días de comenzar este blog, llegué a la conclusión de que debía escribir 4 horas para redactar un artículo. Después de averiguar eso, establecí cuántos días a la semana podría hacerlo en función de mis otras actividades. Esto evita sobrecargar mi agenda y me permite asignar un objetivo real al proyecto. Te recomiendo que hagas lo mismo con tu emprendimiento para no fracasar en el inicio. Comunmente no controlamos la cantidad de horas que requerirá nuestro emprendimiento y eso hace que tarde o temprano no lo podamos continuar. Por lo que te sugiero que trabajes en él una o dos semanas y luego hagas los calculos correctos.
- Definir el costo que tendrá tu emprendimiento. Todo en la vida requiere tiempo y dinero, y esto no será la excepción. Es esencial que, al tomar acción, durante las primeras semanas tengas en cuenta cada gasto que realizas y cada desembolso que harás de ahora en adelante. Esta planificación podrías hacerla al inicio de todo, antes de lanzar el proyecto, sin embargo, no serás consciente de muchos gastos que solo se descubren cuando el proyecto está en marcha. Por lo tanto, ve anotando todo y ten en cuenta lo que necesitarás para mantener tu proyecto vivo y, muy importante, lo que necesitarás para evolucionarlo. Muchas veces olvidamos los gastos de inversión para escalar el proyecto y eso puede llevar a que el mismo fracase. No debes preocuparte todavía por cómo vas a conseguir esa cifra, pero sí debes ocuparte de ella, y el primer paso es anotarla.
Con estos pasos, podrás iniciar de mejor manera un nuevo emprendimiento. Aunque hay muchísimos pasos adicionales y más técnicos, mi intención no fue complicarte el camino, sino motivarte a dar el primer paso. Como te mencioné antes, ser emprendedor te abrirá puertas físicas y mentales que jamás pensaste que abrirías y, lo mejor de todo, es que te conectará con personas PPP de forma más rápida e inmediata. Soy de los que creen que ganarse la vida con su propio emprendimiento atrae más felicidad que cualquier otra forma de ganancia. Por lo tanto, si aún estás indeciso sobre emprender o no, espero que este artículo te haya servido de inspiración.