Hace tiempo que estoy convencido de algo, porque lo he presenciado una y otra vez no solo con mi esposa y amigos, sino también al estudiar el movimiento de organizaciones, empresas y comunidades. Me refiero al hecho de que cuando dos personas se ponen de acuerdo sobre algo, y desean profundamente que esto ocurra, si poseen un cierto nivel de madurez espiritual y confían en que sucederá, entonces eso ocurre.

No sé qué tipo de regla universal existe, o qué fuerza interior se desencadena dentro de nosotros, que provoca que los eventos en el universo se vuelvan extraordinarios y que se produzcan sucesos inusuales para cumplir esa tarea. Probablemente estés lleno de estas historias y tal vez no te hayas dado cuenta de cómo tú en conjunto con un amigo, pareja o socio, deseaban tanto algo que despertó una cierta sincronicidad en el espacio-tiempo, haciendo que sucesos aparentemente imposibles se dieran lugar en forma de coincidencias.

“Sucedió algo bueno, después se desvaneció y pensamos que nunca pasaría, pero de la noche a la mañana, una persona que no conocíamos apareció con algo perfecto para nosotros, y lo conseguimos.”

Esta historia, con diez mil variantes, se repite una y otra vez en nuestra vida. El verdadero peligro es no entender por qué estas cosas suceden. Reducir todo a simples casualidades nos quita el poder que realmente tenemos en nuestro interior. Así que a continuación te voy a explicar las conclusiones a las que he llegado luego de prestar mucha atención a estos sucesos en mi vida y de investigar sobre el tema.

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