Ya he hablado en un artículo anterior sobre la importancia de tener una mentalidad de abundancia, esta nos brinda una perspectiva más amplia de nuestras capacidades y nos alienta a establecer metas más ambiciosas, y lo más importante, a conseguir estas metas. Sin embargo, hay un truco que puede facilitarnos esta mentalidad de abundancia de manera más rápida, y estos son los mensajes de abundancia.
Antes de que pienses que te voy a pedir que te mires al espejo y repitas diez veces lo hermoso que eres, quiero aclararte que estos mensajes de abundancia son algo que has hecho muchas veces en el pasado, pero quizás no los has identificado de esa manera.
Se trata de pequeños lujos o gustos que te das, ligeramente desproporcionados en relación a tus ingresos o a tu situación financiera actual.
No es algo que haces todos los días, como comprar un helado después del trabajo, es un gusto costoso que realmente no deberías permitirte pero que, de alguna manera, te inspira a explorar lo que "hay del otro lado de la caja".

Permíteme dar un ejemplo claro para explicar a qué me refiero. Eres un emprendedor que lucha día a día para alcanzar tus metas. Además, trabajas en ti mismo a diario para pulir tus habilidades y fomentar tu desarrollo personal y espiritual (punto clave). Habitualmente, tienes otro mes "ajustado" financieramente: los números indican que no deberías contraer ninguna nueva deuda y que debes controlar tus gastos, ya que cualquier desliz podría provocar una caída. Te sientes como si estuvieras arrastrándote, no solo tienes que preocuparte por tu negocio sino que también debes poner freno a tus deseos.
Pero algo cambia: lees un artículo sobre mensajes de abundancia en un blog y comprendes el potencial positivo que pueden tener en tu vida. Identificas que quieres un hermoso reloj, sabes que esa compra que podría cambiar tu mentalidad de "escasez" a una de "abundancia" en un instante y decides comprarlo. Tal vez ahora te sientes un poco más "apretado", pero también te sientes más aliviado porque ahora luces bien, tu confianza aumentó y tienes algo frente a ti que te recuerda el tipo de persona que ya eres. Si pudiste darte ese lujo, es porque ya eres una persona "abundante". Al ver este cambio de actitud, empiezas a nutrir otra parte de ti que había quedado olvidada: comienzas a trabajar en tu mentalidad de abundancia. Y por ende mejores cosas comienzan a suceder en tu vida.
Definiendo el lujo y su impacto en las Finanzas Personales
Ahora vamos a definir lo que es un lujo porque si no, estarías pensando solo en joyas y esas cosas. La Real Academia Española lo define como: “Persona o cosa valiosa, excepcional o extraordinaria.” Por lo tanto, implica que es algo valioso para ti, algo extraordinario distinto a lo que compras comúnmente. Pero esto no se trata solo de cosas, también de personas. Contratar a un coach para desarrollarte personalmente, visitar a un pariente que vive en otro país, o incluso contratar a un masajista; todos estos pueden considerarse lujos en la vida. Pero recuerda, tiene que ser algo que normalmente no haces. Si tres veces por semana vas al gimnasio, añadir un día más no se consideraría un lujo. Si todos los años te vas de vacaciones, esforzarte este año cuando tus cuentas gritan, “¡no lo hagas!”, eso no es un lujo. Eso es querer mantener un estilo de vida que no puedes permitirte en ese momento.
Comprender que los mensajes de abundancia tienen un objetivo final mucho mayor al disfrute o al aparentar, te permitirá hacerlos de forma correcta, sin correr riesgo y sobre todo sin sentirte culpable. Si eres como yo, en el pasado te habrás dado muchos gustos caros, los cuales quizás te endeudaron y nada cambió luego que los hiciste. El problema de esto fue el propósito del “lujo”. Soy el primero en reconocer que este concepto me tenía mareado, entonces hacía regalos muy caros para los ingresos que tenía, me iba de viaje a playas paradisíacas, me compraba equipos muy costosos, etc. Sinceramente quería vivir una vida de clase media-alta cuando yo seguía siendo clase media. El peor momento llegado fue cuando comencé a ganar miles de dólares mensuales con mi emprendimiento, ya que ahora quería vivir como clase alta, cuando apenas estaba acariciando la clase media-alta. Esta descompensación y acumulación de supuestos “mensajes de abundancia” hizo que mi economía se desestabilizara. Quizás si me veías de afuera no notabas este desbalance, ya que nunca fui de aparentar lo que tenía, pero mis cuentas decían lo contrario. Lo peor de todo es que estos lujos eran un imán para los problemas, pero todo cambió cuando entendí los puntos claves de los mensajes de abundancia.
Cómo Identificar un Mensaje de Abundancia Frente a un Capricho
Deseo darte algunos puntos para que puedas identificar cuando estás frente a un mensaje de abundancia o frente a algo que quizás no necesites, porque son estas cosas las que nos ponen en apuros económicos y alimentan nuestra mentalidad de escasez.
- Identifica tus deseos y la intención correcta. En tu mente siempre hay cosas que quieres tener o hacer, por lo tanto te recomiendo que anotes todos esos mensajes de abundancia que te quieres dar. Una vez anotados, debes prestar atención a la verdadera intención de ese lujo. ¿Es algo para disfrutar, para lucir o es algo para crecer? Por ejemplo, un reloj nuevo de marca es para lucir, una Macbook nueva para tu emprendimiento es algo que te hará crecer, un viaje con tu pareja al caribe es algo para disfrutar. El primer paso es identificar esto porque si estamos confundidos con nuestras intenciones, y pensamos que esa cartera nos va a permitir conseguir nuevas oportunidades, entonces corremos el peligro de gastar de más en ese lujo. Identificar la correcta intención de nuestro corazón frente a este gasto que estamos a punto de afrontar marcará los limites saludables de inversión. Por eso, anota al lado de cada deseo cuál crees que es la verdadera intención, pero trata de seleccionar dentro de estas tres posibilidades (disfrutar, lucir, crecer).
- Calcula el monto máximo que estás dispuesto a perder. Al igual que en las inversiones o en las apuestas, debes saber cuánto estás dispuesto a perder. Imagina que sales a la calle con ese dinero y pones este en tu bolsillo, pero no sabes que dicho bolsillo tiene un agujero y mientras caminas lo pierdes en su totalidad. ¿Cuánto es lo máximo que llevarías en ese bolsillo? ¿Serían 50 dólares? ¿500 dólares? ¿5.000? Tiene que ser una cifra que te dé miedo perder, pero que no te cambie la vida. También debe ser un número que hayas gastado anteriormente. En otro artículo hablaré de los niveles de gastos, pero solo para que entiendas, tiene que ser una cantidad que respete tu umbral de gastos. Si lo máximo que has gastado en una sola compra son 500 dólares en toda tu vida (sin contar la compra de la casa, el auto y carrera universitaria) entonces no puedes exceder esos 500 dólares. En base a esto selecciona tres lujos de tu lista.
- Fomenta el deseo de tenerlos y eso despertará tu intuición. Ahora que ya sabes la verdadera intención de tus mensajes de abundancia (disfrutar, lucir o crecer) y que has identificado el monto máximo que estás dispuesto a perder, debes prestar atención a cuál de ellos resuena más en tu interior y para esto necesitas primero fomentar el deseo. Esto a veces toma un día y otras veces semanas. Para hacerlo, escribe estos tres lujos en un papel o como post-it en tu escritorio, y míralos a diario. En la mañana, imagina que tienes uno de ellos, pero imagínatelo con lujo de detalles. Por la tarde, haz lo mismo con el segundo y por último, en la noche con el tercero. Nunca los visualices todos juntos, porque crearás un deseo de tenerlos todos (gasto que no puedes permitirte) y correrás el riesgo de no disfrutar el que adquieras. Si al final del día todos los has visualizado con la misma emoción y tu intuición no te hizo seleccionar ninguno, continúa con este ejercicio. Te recomiendo que hagas la foto-visualización para una mejor elección.
- Escuchar a tu cuerpo puede guiarte hacia el lujo correcto. Al realizar este ejercicio verás que, en realidad, la respuesta es fácil y siempre ha estado dentro de ti; solo que ahora estás confirmando lo que intuías y te sientes menos temeroso de adquirir ese lujo que siempre has querido. Es crucial estar atento a tu cuerpo, ya que te dará las señales necesarias para seleccionar la opción que más te conviene. Si el deseo de adquirir cierto lujo te provoca estrés, te hace sudar las manos, te genera malestar en el estomago o muchas dudas en tu mente al imaginarte disfrutándolo, entonces no es para ti en este momento. La opción correcta se siente liviana, similar a una tarea pendiente que sabes que debes realizar y si bien puede implicar un riesgo, intuyes que todo estará bien. Tu cuerpo y tu mente lo saben, tal como supiste en el pasado que era hora de cambiar de carrera o de trabajo, entre otras decisiones importantes en tu vida. Recuerda esa sensación pacífica al hacer tu elección; puede que nadie más te entienda, pero fuiste fiel a ti mismo y todo salió bien.
Lo curioso de este ejercicio es que la mayoría de veces terminarás eligiendo la opción que te proporcione crecimiento. Lo importante es que, hagas lo que hagas, debes buscar una opción que presente una relación riesgo-abundancia equilibrada. Esto significa que el riesgo que asumes debe fomentar, de manera proporcionalmente superior, la sensación de abundancia en tu vida. Porque es este tipo de decisiones las que despiertan tu mentalidad de abundancia y, a medida que la practicas, descubrirás que ya no necesitas lujos para sentirte una persona próspera y estar satisfecha con lo que tiene.